Hola,
Yo tuve un Cx Pallas 2400 de gasolina del año 1976, lo compré en el año 1989 y fue una auténtica gozada tener ese coche.
Aún lo recuerdo con algo de nostalgia y me da pena el no haberlo conservado, por la razón de la falta de un lugar donde guardarlo. Por lo que lo vendí bien me lo podría haber quedado y no haberlo visto semanas después medio destrozado por el elemento que me lo compró, menudo desalmado.
La comodidad que ténía el coche iba en sintonía con el consumo de gasolina, que en aquella época ya empezaba a encarecerse bastante, aunque lo bueno es que prácticamente lo utilizaba para viajar.
Mis hijos en aquel entonces eran pequeñitos y la madre iba con ellos en el asiento de atrás y recuerdo verlos como si estuvieran en el salón de la casa, no se peleaban por falta de sitio.
En aquel entonces no existían las medidas de seguridad que hay hoy en día y los críos iban sueltos en los asientos sin ponerse el cinturón. Jo, a veces pienso que estamos vivos de milagro.
Aparte de la configuración de los mandos, aquellos famosos satélites alrededor del volante para los intermitentes, faros y cambio de luces, estaba el velocímetro del cuadro con una lupa y un cilindro con los números que indicaban la velocidad.
la dirección era curiosa también, si la llevabas hasta el tope y soltabas el volante volvía sola a la posición central.
Otra cosa que me llamó siempre la atención, fue la doble bocina, si pulsabas despacito tocaba una bocina eléctrica de un tono, lo que llamariamos el típico pito, y si le dabas a fondo manteniendo el pulsador sonaba una bocina de aire con dos trompetas que se oía cantidad, vamos que dejabas claro que estabas allí, jejejejeje.
Qué buenos recuerdos de aquel fantástico coche. Ya me gustaría poder volverlo a tener o al menos a conducir.
Saludos.....Carlos.
Yo tuve un Cx Pallas 2400 de gasolina del año 1976, lo compré en el año 1989 y fue una auténtica gozada tener ese coche.
Aún lo recuerdo con algo de nostalgia y me da pena el no haberlo conservado, por la razón de la falta de un lugar donde guardarlo. Por lo que lo vendí bien me lo podría haber quedado y no haberlo visto semanas después medio destrozado por el elemento que me lo compró, menudo desalmado.
La comodidad que ténía el coche iba en sintonía con el consumo de gasolina, que en aquella época ya empezaba a encarecerse bastante, aunque lo bueno es que prácticamente lo utilizaba para viajar.
Mis hijos en aquel entonces eran pequeñitos y la madre iba con ellos en el asiento de atrás y recuerdo verlos como si estuvieran en el salón de la casa, no se peleaban por falta de sitio.
En aquel entonces no existían las medidas de seguridad que hay hoy en día y los críos iban sueltos en los asientos sin ponerse el cinturón. Jo, a veces pienso que estamos vivos de milagro.
Aparte de la configuración de los mandos, aquellos famosos satélites alrededor del volante para los intermitentes, faros y cambio de luces, estaba el velocímetro del cuadro con una lupa y un cilindro con los números que indicaban la velocidad.
la dirección era curiosa también, si la llevabas hasta el tope y soltabas el volante volvía sola a la posición central.
Otra cosa que me llamó siempre la atención, fue la doble bocina, si pulsabas despacito tocaba una bocina eléctrica de un tono, lo que llamariamos el típico pito, y si le dabas a fondo manteniendo el pulsador sonaba una bocina de aire con dos trompetas que se oía cantidad, vamos que dejabas claro que estabas allí, jejejejeje.
Qué buenos recuerdos de aquel fantástico coche. Ya me gustaría poder volverlo a tener o al menos a conducir.
Saludos.....Carlos.