Pedro Perez escribió: ↑13 Oct 2021, 19:34
Algunos ya entrados en años, si se acordarán, me ha resultado muy agradable verlo de nuevo.
Disfrutadlo.
Yo tuve un GS Club y acabé bastante harto. Los primeros años fue bien, después fugas de aceite en la amortiguación. Era muy difícil meterle mano. La correa del alternador para cambiarla hacia falta trabar la corona con un util y desmontar el ventilador con un vaso de 42 o algo así, un maneral de 3/4 y un tubo de 2m.
Los talleres de barrio que no conocían el procedimiento tardaban horas metiendo la correa entre las aspas del ventilador.
El alternador llevaba mucho trabajo sacarlo del coche. El motor estaba lleno de chapas y cualquier reparación era una odisea. La bomba hidráulica del tipo "Eaton" iba dentro del motor y rezabas para que no se jodiese. El tubo de escape que iba al silencioso había que cortarlo en dos para sacarlo (o sacar motor) y poner uno en dos piezas ("la metralleta"). Los discos de freno delanteros iban en el vano motor y era muy laborioso cambiarlos, los casquillos de los trapecios costaban una pasta y cogían holgura. Para cambiar la correa de distribución había que quitar todo el frente, faros, parachoques, el chapon bajo motor... Lo bueno es que era fácil de calar y si se pasaba algún diente, no jodía válvulas. Consumía aceite y había que llevar una lata en la rueda de repuesto junto al gato. Y mil cosas mas. Se podía arrancar a manivela con la llave del gato. Citroën no aprendió de sus errores con el DS, y cometió los mismos en el CX, XM, C6.... Dificultad en el desmontaje, no dio formación a mecánicos alternativos, y llevarlo al SO era muy caro. La mano de obra para un GS era mayor que la de un Renault 12. Una hora en un Renault 12 y seis en un GS para la misma avería. Los repuestos eran muy caros en origen, pero por suerte, los desguaces estaban repletos de GS y CX. Un punto a favor era la refrigeración por aire y que se podía arrancar a manivela si fallaba la batería. Otro en contra es que le gustaba mucho la gasolina.
Este coche arruinó a muchas familias, y la depreciación fue brutal como la de su antecesor y sus sucesores hidroneumáticos.
Solo los entusiastas (que somos cuatro gatos)
admiramos estos coches tan especiales, quizás seamos masoquistas o tengamos alguna deuda pendiente de otra vida. Quién sabe
Tienen su encanto, y muy mala vejez.
Es mi experiencia con los Chevrones hidroneumaticos. Sin embargo de un Citroën Saxo que compré a mi hija, solo puedo decir maravillas.
Por cierto, voy a hacer la prueba de quitar la rueda trasera al C6 a ver que pasa. Si se comporta igual o sale por los aires
Que feliz sería con cualquiera de los dos, si no se rompiera ninguno de los dos