Muy agradable la convivencia internacional de Poio. Al igual que la de Bilbao-mi otra experiencia, por el momento-, sin agobios, sin presiones: total libertad. Organizadores muy atentos y asistentes muy agradables. Todo muy natural. ¡Como si fuese fácil mantener en armonía, dentro de un mismo cesto, a un puñado de personas de cuatro generaciones, durante ocho horas! Es verdad que la buena comida, la atención del Excmo. Ayuntamiento y la belleza de esa comarca contribuyeron al éxito de la jornada, lo que no resta ningún mérito a los organizadores. ¡Vaya caña que nos metieron los del club Saxo, por la zona de la Lanzada! “La alpinista” resultó una estupenda guía turística.
Como veo que los fotógrafos “fetén” no se deciden a colgar sus imágenes, adjunto estas, de muy baja calidad, que hice con mi viejo móvil.
Gracias a todos y hasta la próxima.