Hombre, los 13.000 euros (IVA incluído), se componen, entre otras cosas, de los dos faros (a 1146+IVA cada uno), el alternador (514 euros+IVA) , intercooler, compresor de aire acondicionado, sensores de aparcamiento, sensores de cambio de carril, antinieblas, parachoques, capó, dos aletas...y un travesaño (el otro se pudo reparar), amén de otras piezas más pequeñas y que ahora mismo no recuerdo. Con posterioridad, por la chapuza de reparación que me hicieron (no era taller oficial, pero sí un taller bastante importante, acostumbrado a grandes siniestros), tuve que sustituir el ventilador (tenía un aspa rota y se terminó quemando) y la bomba que controla la suspensión (un plástico que recubre parte del mecanismo electrónico se rajó, y por ahí entró la corrosión). En fin...lo importante es que al final el coche quedó bien y yo no sufrí daño alguno. Son las cosas de la vida...y de la vida y de sus golpes también se aprende.
Y no, no iba rápido. Recién salía de un semáforo. Lo que pasa es que era de noche, había llovido, y el otro vehículo circulaba por el lateral de la Ronda, en un tramo que hace bajada (exactamente el cruce de Pablo Iglesias con Via Favencia) por lo que bajaba bastante rápido.
En ocho años que llevo de taxista nunca he tenido un golpe así de grande. Lo más grave que me había sucedido fue un "emparedado" en la Ronda Litoral, donde fui el tercer implicado en un accidente múltiple de cuatro vehículos, pero no me pasó ni la mitad de lo que me pasó ese fatídico día, la noche del 6 al 7 de enero de 2006.
Pero si nos ponemos con "galerías horrorosas", en el otro Foro de Itaxista hubo un hilo abierto con diversas fotos de esta fea aparición llamada "accidente" que siempre anda al acecho, esperando la mínima ocasión para actuar.
En concreto, recuerdo el caso de un vehículo,
ese cuyo nombre coincide con el de la patrona de Barcelona, que estaba estacionado en la parada del
Hospital de Sant Pau (una parada que se encuentra situada en un chaflán). Un borrachuzo, armado con una furgoneta Peugeot del Jurásico, se empotró directamente contra el taxi allí aparcado, y luego se dio a la fuga. Por supuesto, al estar el vehículo con el motor apagado, no saltó ni un airbag.
Por fortuna, la Guàrdia Urbana consiguió detener al infractor...que por supuesto dio positivo en el control de alcoholemia.
El resultado: 13.000 euros de reparación, el coche dos meses en el taller...y luego problemas para cobrar (juicios y todas estas monsergas).
Para postre, al cabo de poco tiempo, el mismo taxista tuvo otro accidente: esta vez fue embestido por detrás. Vamos..."pa cagarse".