Hydractives España

Acabo de volver de un viaje por la Toscana navegando en el Enterprise. Todo un placer, y casi una necesidad, hacerlo a bordo de un C6; las autostradas italianas parecen caminos de cabras (sobre todo la de Florencia-Siena), ¡parecía que ibamos por un sembrado! El que viaje en deportivo seguro que pierde más de un empaste en alguno de los miles de baches.
Han sido casi 3.500 km con un consumo de 8.3 litros/100km, a una media de velocidad de 88 km/hora. El peaje desde Valencia hasta Pisa cuesta unos 115 euros. Desde la frontera italiana hasta Pisa se atraviesan ¡174 túneles! (los contamos a la vuelta). Si a alguien le interesa el recorrido que he hecho, como base para un viaje similar, que lo diga y lo detallo.
El navegador, imprescindible, una maravilla. ¿Alguien sabe como le puedo regalar unos bombones a la mujer que vive dentro del coche?

EL GRAN SUSTO: En todo Italia no he visto ni ún solo C6. El último día en el hotel de San Gimignano (un hotelito muy agradable en medio del campo), con las maletas ya hechas para marcharnos, desde la terraza de la habitación veo salir del parking un C6 del mismo color que el mío. Con la voz entrecortada (y aguantando a duras penas los intestinos) le digo a mi mujer: ¡nos acaban de robar el coche!
No me cronometré, pero creo que ni Usain Bolt es capaz de recorrer tan rápido la distancia que había entre la habitación y el parking. Afortunadamente, mi tesoro seguía descansando a la sombra de un pino. ¿Cómo se le ocurre al propietario del otro C6 que había en Italia ir al mismo hotel que yo? Es la pega de tener un coche tan exclusivo.

Jajajaja, para que no te pase eso, te lo cambio por el mío, hay muchos iguales y no te pasara jajaj , al menos todo fue un susto y una anecdota mas para contar..

je je, te entiendo perfectamente.

El año pasado en Aveiro, Portugal. Es una ciudad encantadora, pequeña y muy agradable. Ni que decir tiene que no se ven C6 en Portugal. Estamos dentro de la piscina del spa del hotel. Fuera el Concord aparcado prácticamente a la puerta. Me giro para que me de mejor el chorro de agua y por los ventanales veo pasar un C6. Seguí dentro de la piscina, pero hasta que no salí a la calle no quedé tranquilo

Conozco la carretera que va desde Niza hasta San Remo: Pésima y llena de túneles. Me encantaría leer tu plan de viaje, notas, trucos, etc, etc, que tengo pendiente un regreso hasta Florencia, esta vez en el C6

Que buenoooooooooooooooooo !!!!!!! Estoy seguro que hasta que no llegaste a visualizar tu gran máquina el corazón te bombeava a 300km/h, te habrás dado cuenta que tienes buenas piernas amigo,jajajajjajaja

muy bueno, menos mal que todo quedo en un susto, y ahora lo puedes recordar como anecdota graciosa.

Salu2 y sigue disfrutando del Enterprise.

Jajajja muy bueno.
Es lo bueno que tiene tener el coche con un aleronzin como el mío, que es difícil que te equivoques de coche.

...mejor la maleta roja... no falla...

Caracono, se sincero: ¿se te han bajado ya los huevecillos?
Un saludo

Yo tengo una solución para evitar que nos pase esto....pintar el coche de color rosa chicle, no falla..!!

Os cuento un poco el plan de viaje:

La salida fue desde Valencia y el hotel en destino estaba en San Gimignano. Hice una parada en Francia a unos 850 km, porque me daba miedo hacer demasiados kilómetros seguidos (gran error). Estábamos en el hotel a las 3:30 de la tarde y más frescos que una rosa ¡cosas del C6! Al día siguiente nos plantábamos en Pisa a la hora de comer (el navegador me dejó a la puerta del parking, justo al lado de la piazza del mirácolo). Te da tiempo de sobra de ver la piazza y llegar al hotel a cenar.

Quizá sea aconsejable cojer el ferry en Barcelona. Cuesta unos 250 euros, coche y dos personas, y te deja en Livorno. Entre hotel, gasolina y peajes casi sale más barato el barco, aunque llegas de noche.

Hotel Sovestro en San Gimignano, cuatro noches (500 euros con desayuno). En medio del campo a dos kilómetros del pueblo. Muy agradable y recomendable. Con piscina, terraza propia en la habitación, parking gratuíto y un buen restaurante.

1er día: Visita a Volterra por la mañana y en Siena para comer y estar toda la tarde. Aparcamiento en el campo de fútbol a precio razonable. La catedral es impresionante, creo que la más bonita que he visto nunca. La piazza del campo es también preciosa. Visita obligada en la Toscana.

2ª día: Montalcino (bonito), Montepulciano (imprescindible). Ahí es donde comimos y después lo quemamos en sus múltiples cuestas. Por la tarde a Castiglione del lago y vuelta al hotel.

3er día: Visita a la zona de Chianti. Castellina in Chianti, Radda in Chianti y Gaiole in Chianti. Carreteras llenas de curvas y motoristas (era domingo). Por la tarde San Gimignano (creo que el pueblo más bonito de la Toscana). Recomendable el parking número 2.

4ª y 5ª día: Florencia. Dejamos el hotel y nos trasladamos a otro en Florencia (a una hora escasa de viaje). Los hoteles céntricos en Florencia no suelen tener parking propio, sino un servicio de aparcamiento concertado en el que ellos se llevan y te traen el coche. Suelen cobrar entre 30 y 40 euros/noche. Entre lo caros que son lo hoteles más el parking, y que algún indocumentado se lleve nuestro tesoro a Dios sabe donde, opté por el Hotel Villa Carlota, en una antigua villa a 1.5km del ponte vecchio. 236 euros dos noches, con desayuno y parking incluídos (el desayuno vergonzoso para un hotel de cuatro estrellas). Queda algo lejos pero al lado del hotel tienes una entrada a los jardines Boboli y palazzo Pitti. Un taxi desde el duomo hasta el hotel nos costó 8 euros.

6ª día: Viaje de vuelta visitando Lucca y parando otra vez en el mismo hotel de Francia (cerca de Marsella).

La cerveza en Italia es carísima. En casi todas partes una caña vale 4 euros y 6 un doble. En Pisa me pedí una jarra grande para mí y un doble para mi mujer, nos cobraron 13 euros de la grande y 8 de la pequeña ¡21 euros! (Eso sí, la jarra que me trajeron era de un litro). Creo que nos hemos gastado más dinero en cerveza que en gasolina.

El gasoil en Francia está unos 20 céntimos más caro que aquí. En Italia el precio oscila mucho. Está unos 15/20 centimos más cara, pero he visto diferencias de hasta 10 céntimos de una gasolinera a otra (a veces separadas sólamente unos cientos de metros)

El navegador funcionó espléndidamente y contribuyó a que el viaje fuera una maravilla. Tengo la costumbre de preparar los viajes con antelación mirando el google maps y el google earth. Memorizo todos los destinos en el navegador y les asigno órdenes vocales. De esa forma puedes ir de un pueblo a otro y de vuelta al hotel sin preocupaciones.

¡Cuidadín! Al estar en medio del campo, programé el hotel de San Gimignano según las coordenadas que me marcaba el google earth y el navegador me dejó casi un kilómetro más allá. Se vé que la relación entre las coordenas y las fotos del google earth no son muy precisas. (En cambio, en el hotel de Francia, me dejó exactamente a la puerta del parking)

Llevo activado los avisos de tráfico, a veces són útiles. Recomiendo desactivarlo en Francia. Entre Marsella y la frontera (tanto a la ida como a la vuelta) no paraba de dar avisos: que si un accidente, que si un atasco, que si carga derramada, que si vehículo averiado. Iba acojonado, no sabía si salir de la autopista o volverme para casa. Estaba más rato parloteando avisos que la radio conectada. Para más inri, a la mujer que vive dentro del coche no se le dan bien los idiomas, por lo que al nombrar las localidades parecía que estaba borracha.

Uno de los cultivos principales en la Toscana es el trigo. Al ir en septiembre estaba todo recogido, por lo que el paisaje es todo marrón. Creo que el mejor momento para hacer este viaje es en mayo/junio. Los paisajes deben ser idílicos en esa época.

Las autopistas son malas y la de Florencia-Siena nefasta: sin arcenes, guardarraíles de un metro de alto a ambos lados, plagada de baches y un maremágnum de señales de obras y limitaciones de velocidad. Nunca sabes cúal es la velocidad permitida en cada momento. Los italianos conducen rápidito y muy a la suya, pero van atentos a los demás.

La autopista desde la frontera con Francia hasta Pisa tiene 174 túneles, por lo general mal iluminados. No es muy ancha y está llena de curvas y de tráfico. Si llevas gafas de sol no ves nada en los túneles y si no las llevas te quedas ciego al salir (era un día muy soleado). A pesar de los esfuerzos del C6 consigue que te canses.

Paseándo por Florencia ví alguno de los aparcamientos concertados de los hoteles. Los coches están apelotonados para optimizar el espacio. Para sacar uno tienen que mover varios. En uno tenían los coches ¡unos encima de otros!. Tienen elevadores como en los talleres: meten el coche, lo suben, y meten otro debajo.

En definitiva, un viaje para repetir y, con nuestro enterprise, todo un placer.