Este mensaje va dedicado a todos aquellos que aún dudan sobre si comprarse un C5 u otro modelo de coche. He aquí el punto de vista de un profesional del volante, propietario de un C5, que se pasa casi más horas dentro del coche que en su casa.
Puntos a favor:
-Es, sin duda, el coche más cómodo del mercado. Para encontar algo comparable nos tendríamos que rascar mucho más el bolsillo, al nivel de un Volkswagen Phaeton o un Mercedes Clase S, que recién ahora empiezan a incorporar el magnífico sistema de suspensión por esferas que tantos años lleva fabricando Citroën. Y eso os lo dice alguien que se pasa un chorro de horas al volante.
-Tiene un precio de compra y un mantenimiento a nivel de cualquer otro vehículo de la competencia, con la particularidad de que la hidráulica debe ser dejada en manos de un mecánico experto (que los hay).
-En general, es bastante fiable. O al menos, es tan fiable como cualquier otro vehículo de la competencia.
-Es muy espacioso. Cuesta encontrar en su segmento un coche que ofrezca semejantes cotas de espacio, especialmente de anchura. Además, la ausencia de puente central facilita enormemente el acomodo de un tercer pasajero, aunque éste sea alto.
-El maletero es bastante grande y accesible, algo que vamos a perder en la nueva versión de C5, pero de la cual nos seguiremos beneficiando los que ya lo tenemos o los que lo adquieran, ya sea nuevo o de segunda mano.
-Es muy rutero. Si buscamos un coche para viajes largos, en autopistas y con pocas curvas, éste es nuestro coche.
En contra:
-Los detractores de la suspensión hidractiva dicen que filtra demasiado las irregularidades del terreno. Esto es cierto, pero sólo en parte. Sí que te enteras de los baches...pero eso no te hace perder el control ni tu espalda se queja. Hay que acostumbrarse (y eso se hace rápido) a esa sensación de "no pisar" el asfalto.
-Es un coche para andar rápido, pero NO PARA CORRER. Si buscáis sensaciones extremas al volante, éste no es vuestro coche. Y ojo, que andar anda...y mucho...pero lo suyo no son las carreteras reviradas. Si quieres sentir el asfalto en toda su intensidad, no te compres un C5.
-Requiere de unas "manitas" un poco especializadas para "tocarlo", sobre todo en el tema de la hidráulica. Por lo demás, es en un 90% Peugeot, así que la mayor parte de operaciones "ordinarias" se pueden hacer en cualquier taller.
-El consumo de combustible no es bajo...pero tampoco se puede considerar exagerado, teniendo en cuenta el peso y potencia del vehículo. Y por carretera o autopista, a velocidades legales, se hacen muchos, pero muchos kilómetros, con un único repostaje.
-Y por último: es un coche ADICTIVO. Como norma general, quien se compra un C5, acaba enganchado a la marca y en especial a la suspensión hidractiva.
Puntos a favor:
-Es, sin duda, el coche más cómodo del mercado. Para encontar algo comparable nos tendríamos que rascar mucho más el bolsillo, al nivel de un Volkswagen Phaeton o un Mercedes Clase S, que recién ahora empiezan a incorporar el magnífico sistema de suspensión por esferas que tantos años lleva fabricando Citroën. Y eso os lo dice alguien que se pasa un chorro de horas al volante.
-Tiene un precio de compra y un mantenimiento a nivel de cualquer otro vehículo de la competencia, con la particularidad de que la hidráulica debe ser dejada en manos de un mecánico experto (que los hay).
-En general, es bastante fiable. O al menos, es tan fiable como cualquier otro vehículo de la competencia.
-Es muy espacioso. Cuesta encontrar en su segmento un coche que ofrezca semejantes cotas de espacio, especialmente de anchura. Además, la ausencia de puente central facilita enormemente el acomodo de un tercer pasajero, aunque éste sea alto.
-El maletero es bastante grande y accesible, algo que vamos a perder en la nueva versión de C5, pero de la cual nos seguiremos beneficiando los que ya lo tenemos o los que lo adquieran, ya sea nuevo o de segunda mano.
-Es muy rutero. Si buscamos un coche para viajes largos, en autopistas y con pocas curvas, éste es nuestro coche.
En contra:
-Los detractores de la suspensión hidractiva dicen que filtra demasiado las irregularidades del terreno. Esto es cierto, pero sólo en parte. Sí que te enteras de los baches...pero eso no te hace perder el control ni tu espalda se queja. Hay que acostumbrarse (y eso se hace rápido) a esa sensación de "no pisar" el asfalto.
-Es un coche para andar rápido, pero NO PARA CORRER. Si buscáis sensaciones extremas al volante, éste no es vuestro coche. Y ojo, que andar anda...y mucho...pero lo suyo no son las carreteras reviradas. Si quieres sentir el asfalto en toda su intensidad, no te compres un C5.
-Requiere de unas "manitas" un poco especializadas para "tocarlo", sobre todo en el tema de la hidráulica. Por lo demás, es en un 90% Peugeot, así que la mayor parte de operaciones "ordinarias" se pueden hacer en cualquier taller.
-El consumo de combustible no es bajo...pero tampoco se puede considerar exagerado, teniendo en cuenta el peso y potencia del vehículo. Y por carretera o autopista, a velocidades legales, se hacen muchos, pero muchos kilómetros, con un único repostaje.
-Y por último: es un coche ADICTIVO. Como norma general, quien se compra un C5, acaba enganchado a la marca y en especial a la suspensión hidractiva.
C5 II 2.0 HDi 16 válvulas, cambio manual de 6 velocidades, 138 Cv, acabado Exclusive + Pack Navidrive-Hifi (junio 2005), con la capa negra cual negra noche.