Hola este tema me llama mucho la atención pues creo que las opiniónes expuestas son diversas pero claramente opuestas en dos grupos, me explicaré mejor, quien disfruta de una repro "bien hecha" en su coche intenta convencer a los que no la llevan y a los que además tienen prejuicios sobre las reprogramaciones "me dijo uno que cascan, tengo entendido que consumen tiran humo ...".
Cuando pruebas por primera vez tu coche con la repro, se te queda en la cara la sonrisa de las patatas Matutano y no te la puedes quitar.
Como es indiscutible creo, al rendir mas el motor estamos forzando la máquina bueno pues como vamos a generar mas esfuerzo = mayor temperatura de trabajo y eso lo primero que debemos hacer es acortar los mantenimientos de todos los filtros y del aceite, éste será el mejor que el fabricante recomiende para ese motor, además tendremos especial cuidado con el estado y nivel del refrigerante.
Una máquina necesita tener su tiempo de calentamiento antes de pedirle máxima potencia, también necesita no parar de repente tras una buena zurra osea necesita un tiempo para refrigerar ese calor extra que ha generado.
También hay que saber que tienes entre manos un pequeño motor con una gran reprogramación te dará grandes satisfacciones siempre que no intentes hacer lo que no es normal.
Me explico si haces viajes largos a piñón y del tirón , además llevas el maletero cargado no deberías llevar un cochecito, porque acabarás fundiendolo, osea piensa que tienes al volante para entender que puedes y que no puedes hacer.
Por último constatar que como apuntan compañeros no veo contras sinó solo pros:
Mayor entrega de par a menor régimen, consumo de combustible menor, en general, desaparecen tironcillos y demás inconvenientes de los sistemas antipolución.
Si es cierto que cambiar aceite, filtro de aceite y filtro de aire cada 15000km haciendo 110 km al día vale una pasta pero creo que igual lo haría si no tuviera la repro.
Un saludo amigos espero haberme expresado claro y perdonad por el tocho.
El olor a cable quemado me pone los pelos como escarpias